viernes, 26 de septiembre de 2014

Palabras.

Por esas veces que quiero desaparecer. 
Sólo caminar y dejar que mis pasos me lleven. 
No quiero pensar. 
No quiero sentir.
No quiero ver.
Ni oír.

Se que no estoy sola, tengo familia, amigos y a mi pareja. ¿Y qué?
Hay veces que ni siquiera eso es suficiente.
La frustración me puede.
La desgana me invade. 
El querer llorar hasta caer rendida.
¿Y por qué? No lo se.

Esos momentos en los que la más mínima cosa hace que me derrumbe.
Cualquier cosa me entristece y me daña.
Todo me desespera.
Todo me puede.
Todo se tuerce.
Nada sale bien.

Tal vez no tenga razones para sentirme así, lo se.
Pero, ¿qué hago? No puedo evitarlo.
Como en un laberinto.
Así me siento.
Atrapada.
Sin salida.

Odio ese ciclo que no termina. 
Intento ser fuerte.
Tengo que conseguirlo aunque me parezca imposible.
El abismo no podrá conmigo.


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